Guía práctica para elegir e instalar manómetros de forma segura
Cuando hablamos de manómetros, no solo pensamos en un instrumento para medir presión, sino también en un componente clave para la seguridad y el buen funcionamiento de los equipos. Una mala selección o una instalación incorrecta puede ocasionar fallas, pérdidas de producción o, en el peor de los casos, daños materiales y personales.
Por eso, queremos compartirte algunas recomendaciones básicas que te ayudarán a elegir el manómetro de acuerdo a tus requerimientos y necesidades.
⚙️ Exactitud y costo
En el mercado existen manómetros con diferentes grados de exactitud que van normalmente desde un ±0.1% hasta un ±3% de error. A mejor exactitud, el equipo suele ser más confiable y más costoso, por lo que es importante evaluar qué nivel de exactitud necesita realmente tu proceso.
💡 Recomendación práctica: el manómetro debe ser al menos 4 veces más exacto que la tolerancia del proceso. De esta manera, la lectura será confiable y no tendrás riesgos de estar operando con valores fuera de especificaciones sin darte cuenta.
🔹 Selección según la aplicación
Aplicaciones Especiales - cada tipo de fluido y condición de trabajo requiere ciertas precauciones por ejemplo si trabajas con vapor o con sistemas de uso de oxigeno:
Vapor: se recomienda usar manómetros de seguridad con caja de frente sólido y proteger el bourdon instalando un sifón, que evita que el vapor entre directamente.
Oxígeno: el manómetro debe estar completamente desengrasado y libre de aceites o grasas para evitar riesgos de combustión. Para aplicaciones en oxígeno se deberá usar manómetros de seguridad con caja de frente sólido.
🔹 Materiales y condiciones de operación
Al seleccionar un manómetro adicional a la exactitud: también es importante considerar el material de construcción y el ambiente donde trabajará.
Compatibilidad con el fluido: el elemento de presión y la conexión deben ser resistentes al tipo de fluido que se va a medir. Factores como concentración, temperatura o presencia de contaminantes son claves.
Fluidos especiales: cuando existe riesgo de que el fluido se solidifique o arrastre partículas, lo mejor es optar por un diseño con diafragma o sello químico que evite daños al bourdon.
Ambiente externo: si el manómetro estará en condiciones de humedad, polvo o ambientes corrosivos, conviene seleccionar una caja con material y sellado adecuados.
🔹 Presión de trabajo recomendada
Aunque un manómetro esté diseñado para cierto límite, no es recomendable trabajar siempre al máximo de su rango. Para prolongar su vida útil:
Mantén la presión sostenida en un máximo del 75% del rango total.
En aplicaciones con presión fluctuante, no sobrepases el 65% del rango total.
Esto evita sobreesfuerzos en el mecanismo interno y lecturas poco confiables.
🔹 Temperatura y protección
Los cambios extremos de temperatura también afectan la exactitud del equipo. Si se trabaja con vapor, gases o fluidos calientes, lo recomendable es instalar un sifón o dispositivo de protección que reduzca la temperatura antes de llegar al instrumento.
🔹 Manómetro seco vs. manómetro lleno de líquido
Al elegir un manómetro también es importante decidir si conviene que sea seco o lleno de líquido (generalmente glicerina o aceites especiales).
-
Manómetros secos: son ideales en aplicaciones con pocas vibraciones, presiones estables y ambientes limpios. Son más ligeramente mas económicos y suficientes para usos generales.
-
Manómetros llenos de líquido: ofrecen mayor protección en condiciones severas. El líquido interno (como glicerina o silicón) lubrica los mecanismos, reduce el desgaste, protege contra golpes de presión, evita la condensación y mejora la legibilidad de la carátula.
La elección del líquido dependerá de la aplicación:
-
Glicerina: funciona muy bien en la mayoría de los casos, excepto con agentes oxidantes (cloro, ácido nítrico, peróxido de hidrógeno, etc.).
-
Aceite de silicón: recomendado para bajas temperaturas (hasta -60 °C) o cuando hay fluctuaciones térmicas importantes.
-
Aceite dieléctrico: ideal en condiciones extremas de vibración o cuando se usan contactos eléctricos.
💡 Tip práctico: mientras mayor sea la viscosidad del líquido, mayor será el efecto de amortiguamiento, lo cual es muy útil en ambientes con vibraciones o pulsaciones fuertes.
⚠️ Nota importante: los manómetros para uso con oxígeno no deben llenarse con glicerina, ya que puede reaccionar peligrosamente. En estas aplicaciones se utilizan manómetros secos.
🔹 Calibración inicial del manómetro
Un aspecto que suele pasarse por alto es la calibración del equipo al momento de recibirlo. Incluso si el manómetro es nuevo, es importante que sea calibrado por un laboratorio acreditado bajo ISO/IEC 17025.
Esto asegura que las mediciones cumplen con los requisitos de exactitud y que el instrumento está trazado a patrones reconocidos internacionalmente. Adicional a que el certificado de calibración te da un respaldo documental muy valioso en auditorías o revisiones de calidad, la calibración te asegura una medición confiable de tu equipo de medición reciente mente adquirido.
👉 Con estas recomendaciones tendrás una base para escoger el manómetro correcto y asegurar mediciones exactas. Recuerda que la seguridad y la confiabilidad de tu medición dependen de una buena decisión desde el inicio.